CASA EN VEDRA. REHABILITACIÓN DE VIVIENDA TRADICIONAL-LAGAR #Arquitecturademadera

Arquitectura: Luis Gil Pita-Cristina Nieto Peñamaría

Fotografías: Luis Gil-Cristina Nieto, Elías Cueto

Se trata de rehabilitar una antigua casa vernácula dentro de una unidad productiva agrícola tradicional ligada a los usos vitivinícolas  del valle de A Ulla. La casa se emplaza en la ladera a naciente del valle del río Ulla, en una clara posición de dominio y control visual sobre una propiedad de 12.000m2 a su entorno que se dedica a los usos agrícolas. La casa de finales de s. XIX se encontraba en avanzado estado de deterioro y su lógica espacial era ordenada y modulada, entorno al siguiente programa:

– Un piso bajo dedicado a los usos agrícolas, cuadras para animales, gran lagar-prensa para el vino y cocina tradicional

– Una planta primera con cuatro cuartos, una sala para comedor representativo y un pequeño retrete.

– Un bajo-cubierta o “faiado” inutilizado por la fragilidad y mal estado del suelo al que se accedía por pequeña escalera cerrada.

La rehabilitación propuesta no intenta cambiar nada de la rigurosa y marcada secuencia espacial, pero si adaptar su orden a las necesidades contemporáneas de uso y normativa:

-El piso bajo mantiene los usos de cocina y de gran lagar-prensa, tanto por el uso continuado de la producción de vino como por respeto a su alto valor etnográfico. Se cambian los usos para el cuidado de los animales por las estancias de sala de estar y comedor contemporáneas.

-La planta primera mantiene la distribución reglada de la planta substituyendo el comedor de uso anual por una nueva habitación y cediendo espacio para un amplio baño común. Otro cuarto menor también se transforma en baño del dormitorio principal.

-El bajo cubierta se mantiene diáfano para devolverlo al uso de estudio y archivo que sirva a los nuevos propietarios.

La reflexión arquitectónica de la rehabilitación llega a través de la adaptación e interpretación de los oficios tradicionales a las normativas y necesidades constructivas del mundo contemporáneo. Excepto las instalaciones de electricidad, fontanería y calefacción y la recuperación de los enfoscados tradicionales por un albañil, casi el único oficio usado en la obra es el de la carpintería. La mejor definición de la lógica constructiva de esta rehabilitación es la que refiere el artista plástico Álvaro Negro en su libro “Abro la ventana y respiro el aire fresco del fin del mundo”:

“De la casa restaurada proyectada por Luis G y Cristina N, la de Vedra, aún permanece la respiración de las maderas:

-Estructura, piso y zonas donde tocan manos y pies y  fregona: Castaño del país

-Recubrimientos y particiones sin contacto con las manos y pies y fregona: Pino abeto pintado

-Maderas al exterior, ventanas y nueva solaina de acceso: iroko pintado.”

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