PERITAR MADERA
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Imagen portada: Forjación de tablero sobre pares y correas. | Fuente: Enrique Parra y Antonio Olivera
No todo el monte es orégano y no todo en nuestra afanada relación con la madera es diseñar y construir, o si quiera rehabilitar. Otro tipo de trabajos llama a veces a nuestra puerta, y no por parecer a simple vista menos atractivos conviene despreciarlos.
Hoy vamos a hablaros del maravilloso mundo de los informes. Estos encargos, en nuestra humilde opinión, conjugan algunos de las aspectos más interesantes de la profesión y en ellos se dan la mano la vertiente más técnica de la profesión con el aspecto jurídico.
Por supuesto nos centraremos en informes sobre construcciones en madera y sus particularidades, que para eso estamos aquí. Tampoco entraremos en matizar las diferencias entre informe, certificado y dictamen (que las hay), si no que vamos a explorar el cómo plantear un informe pericial tradicional.
Para empezar diremos que, en nuestra experiencia, la mayoria de los informes que nos requieren son para informar (valga la redundancia) sobre procesos patológicos. Por supuesto existen otros objetos de informe, pero os podéis imaginar que la patología se lleva la palma. Por eso ilustraremos esta entrada con un pequeño ejemplo de un informe técnico sobre una cubierta de madera, en donde comentaremos cómo abordar cada uno de los apartados del mismo.
INFORME PERICIAL: Con caso práctico.
OBJETO DEL INFORME
Por tanto, lo primero de todo será hacer nuestro PLANTEAMIENTO del informe. Como hemos dicho, lo primero será tener claro el objeto del mismo, saber sobre qué y para qué nos piden el informe. Esto puede parecer una perogrullada, pero es importante tenerlo claro, y si no, lo mejor es preguntar al cliente una y otra vez hasta que no quede duda alguna. En nuestro caso, se trata de una cubierta de madera en la que se observan bastantes daños a simple vista. Hablamos con el cliente y lo que necesita es un documento donde se explique el origen de los daños (saber por qué se han producido), el alcance de los mismos (cuál es la gravedad) y qué actuaciones sería conveniente llevar a cabo.
Hay que decir que esto último, cuando el cliente nos pide también una propuesta de intervención, no forma parte propiamente del informe. El informe se limita a hacer una exposición objetiva desde un punto de vista técnico de unas circunstancias observadas. Además, un informe no sustituye en ningún caso a un Proyecto de Ejecución, aunque sirva de punto de partida en algún caso.
ANÁLISIS PREVIOS
Sigamos. Una vez tenemos claro el planteamiento podemos ponernos el sombrero de Sherlock Holmes y pasar a las INVESTIGACIONES PREVIAS. Estas comienzan con nuestras conversaciones con el cliente, en las cuales tenemos que sacarle toda la información que podamos, aún a riesgo de parecer impertinentes, y después de éstas recurrir a cuantos medios estén a nuestro alcance para conocer más sobre el edificio y sus antecedentes. En este sentido es habitual acabar pisando el archivo histórico de la ciudad donde esté el edificio.
TOMA DE DATOS
Lo siguiente será realizar nuestra TOMA DE DATOS in situ. En ella lo más importante es la observación. Mirar, mirar y volver a mirar. No debe quedar una astilla por la que no hayamos pasado nuestros ojos. Y por si acaso se nos pasa algo, hacer fotografías de todo para revisarlas de vuelta en el estudio. Levantamiento de planimetría o realización de calas y/o catas con sus posibles análisis de laboratorio posteriores también formarán parte de esta fase.
Quienes nos hayáis leído con anterioridad sabéis que lo que más disfrutamos de la toma de datos es la apertura de catas (romper cosas sin que nadie te pueda decir nada es maravilloso), así que nuestro martillo no podía faltar en la primera visita. Aunque tenemos que decir que en este caso nos encontramos todo al aire y no hubo ocasión para ponerse a romper nada. Qué le vamos a hacer.
Como veis, se trata de una cubierta de madera realizada con un tipo de cercha llamada Cuchillo Español (Esto de los tipos de cerchas de madera es posible que lo tratemos en otro post). La primera impresión es de caos absoluto y podemos fácilmente entrar en pánico.
– Que alguien llame a un arquitecto, por Dios.
– ¿No era usted el arquitecto?
– Sí… claro… es una broma que siempre hago…
Pues la cubierta está medio desmontada, faltan correas, hay piezas rotas, ensambles descomprimidos, fendas por todas partes y varios apaños con elementos metálicos en distintas zonas.
Cuando recuperamos la compostura nos dedicamos a observar atentamente cada uno de los elementos de la cubierta y tratar de saber qué le duele a cada uno, incluso nos recreamos en nuestros queridos cuchillos y en sus sencillos ensambles tradicionales. Mirar cada elemento individualmente puede ser una buena manera de empezar a abordar el problema sin sentirnos abrumados. Por supuesto hacemos mil fotos y en nuestra cabeza empezamos a barruntar qué ha podido ocurrir para llegar a este punto. Después, ya en el estudio, podremos juntar todas las piezas y tal vez lleguemos a alguna conclusión.
EVALUACIÓN DE DAÑOS E HIPÓTESIS
Sin comerlo ni beberlo hemos entrado en la siguiente fase en la elaboración de nuestro informe, que no es otra que la de EVALUACIÓN DE DAÑOS y la elaboración de HIPÓTESIS DE TRABAJO.
En nuestro caso concreto el daño más grave que observamos era que varios tirantes de las cerchas estaban rotos por el centro y existía una fatiga considerable en las correas de atado.
En nuestra observación con cariño vimos que las cerchas tenían un fallo en su ejecución y es que los pendolones estaban en contacto con los tirantes. En un Cuchillo Español esto no se debe producir, ya que la cercha está diseñada de tal manera que los tirantes sólo deben trabajar a tracción y no deben entrar nunca en flexión. Debe haber siempre un espacio entre el pendolón y el tirante. Además vimos que los tirantes estaban compuestos por dos piezas de madera ensambladas en el centro por un ensamble en rayo de Zeus.
Lo que esto nos indica es que al someterse la cercha a carga y entrar en flexión el tirante (cosa que no debería ocurrir), éste además sólo contaba con la mitad de su sección para resistir (debido al rayo de Zeus) por lo que ocurrió que acabaraN rompiendo. Una vez sin tirantes que restrinjan el desplazamiento horizontal de nuestros pares, éstos se abren y los ensambles empiezan a desarmarse.
PROPUESTA DE SUBSANACIÓN Y VALORACIÓN ECONÓMICA
Llegados a este punto, entramos en la recta final del informe en la cual, si es objeto de este documento, será necesario realizar una PROPUESTA DE SUBSANACIÓN y una VALORACIÓN ECONÓMICA. Estos dos capítulo admiten un grado de detalle muy diferente dependiendo de la gravedad de la intervención, oscilando desde unas puatas generales hasta prescripción analítica, de nuevo atendiendo al carácter del encargo y el objetivo con el que se realiza le informe.
CONCLUSIÓN
Por último llegamos a la CONCLUSIÓN, espacio dedicado a hacer recapitulación de los elementos más importantes descritos en el informe, los cuales deben estar en un lenguaje claro y conciso. Recordemos, que un informe no siempre será leído por un técnico y por ello, aunque debe tener todo el rigor técnico también es importante que se pueda leer, y sobretodo entender, por alguien ajeno a nuestra disciplina.
ANEXOS
Indudablemente, tras la firma deben aparecer los anexos, que servirán para completar la información del cuerpo del informe. Los más comunes son el FOTOGRÁFICO, el de PLANIMETRÍA y el DOCUMENTAL, a los cuales nos referiremos mientras completemos el informe. No está demás añadir, bien como anexo o bien en el capítulo de INVESTIGACIONES PREVIAS, una bibliografía sobre la que se basan algunas de nuestras investigaciones y metodología, así como nombrar y numerar cada imagen para hacer recuento y dejar constancia al final de informe del contenido.
Y eso es todo de momento. Esperamos que esta pequeña introducción a los informes os haya parecido interesante y os pueda seguir de guía para todos aquellos que os inicíais en este apasionante mundo de las peritaciones. ¡¡Os esperamos a todos en el próximo post!!
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CONSTRUIR CON MADERA. GUÍA DE SUPERVIVENCIA (I / VIII)
Enrique Parra y Antonio Olivera
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