CONSTRUIR CON MADERA. GUÍA DE SUPERVIVENCIA (I / VIII)
La madera es uno de los materiales de construcción más antiguos, y sin embargo, sigue de completa actualidad. Sus usos, orígenes y propiedades son tan variadas que es fácil verse abrumado por la cantidad de información existente. Así que si estás pensando en hacer tu primer proyecto en madera, quieres profundizar un poco sobre este material milenario o simplemente tienes curiosidad, has llegado al sitio correcto. Bienvenido a “Construir con Madera. Breve Guía de Supervivencia”
Bien, empecemos por el principio, ¿Qué necesito saber de la madera?
Lo primero que es necesario para tener un correcto acercamiento a este material es conocer su origen. No toda la madera que se puede utilizar en construcción es igual ni procede del mismo tipo de árbol, es más, aun procediendo del mismo tipo de árbol existen “diferentes” tipos de madera. Como norma general, podemos decir que hay dos tipos de árboles de procedencia las coníferas y las frondosas.
Las coníferas se pueden distinguir, grosso modo, porque sus ramas (pequeñas en comparación el tronco) forman una copa cónica, sus hojas tienen forma de aguja y sus semillas se esparcen mediante piñas. A las maderas procedentes de estos árboles, normalmente claras y ligeras, se las etiqueta con la letra C y ejemplos de estas son los abetos, los pinos y el cedro.
Las frondosas también son fácilmente distinguibles. Poseen ramas gruesas y nudosas, sus hojas son planas y anchas y se reproducen mediante flores. La madera procedente de estos árboles suelen ser más oscuras y densas, se las clasifica con la letra D y algunos ejemplos son el haya, el roble y el chopo. Las maderas tropicales (teca, ipe, iroco…) también son frondosas, pero dadas sus características, bien merecen ser consideradas aparte.
Existen muchos factores durante el crecimiento de cada una especie que influyen y determinan la calidad y las características de la madera. Los más obvios pueden ser la climatología y las características del suelo en el que crecen, pero otros como los vientos dominantes en la zona y la morfología del terreno pueden afectar a la estructura interior del árbol, generándole tensiones que es posible que aparezcan a lo largo de la vida útil del material resultante y que es conveniente conocer.
Entrando un poquito más en profundidad en la estructura propiamente dicha, nos encontramos que existen diferentes partes y que de estas dependerá el producto final que podamos obtener. Desde el núcleo, hasta el exterior, son las siguiente:
Xilema: está compuesta a su vez por el duramen y la albura. Forman la parte interior del tronco y es por donde fluye la savia sin elaborar. El duramen es la parte más oscura, seca y compacta, donde se ubica el núcleo (o médula); mientras que la albura es más clara y permeable que el duramen pero menos densa. Básicamente de esta parte es de donde se saca la madera que usamos generalmente en construcción.
Cambium: Se trata de una capa cuyo objetivo es la reproducción, por lo tanto es la que va creando nueva albura hacia el interior y libre hacia el exterior, la encargada de que el árbol crezca.
Liber: también conocido como floema, es la parte interna de la corteza por la que discurre la savia elaborada.
Corteza: es la piel del árbol, encarga de proteger al resto del conjunto. También tiene su utilidad para la construcción, pero suele ceñirse a la decoración.
Entonces, ¿Lo de los anillos de los árboles…?
Efectivamente se trata de la xilema. Estos anillos, que dan origen a la veta según el corte, se corresponde con los diferentes ciclos actividad-letargo. Durante la parte activa se forman anillos claros, de células abiertas y poros grandes para almacenar más agua, mientras que en la aletargada son más pequeñas y oscuras. Así pues, contando los anillos se puede saber la edad del árbol, teniendo en cuenta que si estos son de hoja caduca tendrán un único anillo y sino tendrán dos. Por supuesto las dimensiones de los anillos, y de cada una de las partes anteriormente mencionadas, depende de cada especie; por lo que la variedad de maderas es uno de los grandes puntos fuertes de este material.
Mención aparte merecen las especies tropicales. Puesto que en las zonas cercanas al ecuador no existen estaciones, por lo que la diferenciación de los anillos es casi inapreciable cuando no directamente inexistente en muchas especies.
¿Y no influye esto de los anillos en la resistencia de la madera?
Veo que vas pillando de qué va esto… La madera no es un material homogéneo como el acero o el hormigón, depende mucho de cómo se coloque para que su resistencia sea una u otra. Obviamente no nos referimos a que a igualdad de sección de una viga, esta funciona mejor con mayor canto que con mayor base, sino a que el sentido de la veta afecta. A esta característica se la denomina anisotropía, y es una de las cualidades más importantes de la madera para entender cómo y dónde utilizarla.
Así pues, tenemos tres sentidos principales en los que organizar el corte y la colocación de la madera:
Axial: el sentido en el que se desarrolla la altura del tronco. Por lo tanto en un plano de corte perpendicular axial veríamos los anillos del tronco.
Radial: es el perpendicular al axial, sentido en el que gana espesor el tronco. En su plano de corte perpendicular veríamos los anillos seccionados como una especie de código de barras.
Tangencial: a uno de los anillos. Es por eso que en su plano de corte perpendicular veremos la proyección de las vetas.
…Y hasta aquí la primera parte de “Construir con Madera. Breve Guía de Supervivencia”, esperamos que os haya sido útil y haber aclarado algunos puntos fundamentales. En la siguiente entrega hablaremos de los despieces, el transporte y mucho más, pero si tenéis alguna sugerencia sentiros libres de dejarla en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
BIBLIOGRAFÍA
MEDINA SÁNCHEZ, Eduardo. Construcción de Estructuras de Madera. Bellisco Ediciones. Madrid, 2013.
VV.AA. Tectónica 11: Madera (I). ATC Ediciones. Madrid, 2000.
VV.AA. Tectónica 13: Madera (II). ATC Ediciones. Madrid, 2001
VV.AA. Timber Construction Manual. Birkhauser – Edition Details. 2004
Editores del post: Maderayconstruccion
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Enrique Parra y Antonio Olivera
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