EL 30º CUMPLEAÑOS DEL CLT

Imagen de portada. Fuente: Forestry.com. Autor: Forestry.com

A estas alturas es más que evidente que en su corta vida el CLT ha conquistado los corazones de muchos arquitectos y promotores por todo el mundo.

Se fabrica rápido. El montaje en obra es ágil, limpio y seco. Necesita menos mano de obra que otros materiales. Es un recurso renovable porque secuestra CO2 de la atmósfera. Además, aporta una calidez a los espacios muy difícil de conseguir con otro material constructivo. Son razones que seducen a cualquiera, ¿verdad?

Una revolución en madera

Hasta la aparición del CLT la madera ha sido un sector secundario en el sector de la construcción. A principios del siglo XX, el hormigón y el acero reemplazaron a la madera que se utilizaba tradicionalmente y ésta quedó relegada a un uso minoritario: viviendas unifamiliares, construcciones auxiliares y cubiertas de grandes luces de madera laminada.

El panel contralaminado es un material relativamente reciente que ha revolucionado el mundo de la construcción con madera. Nació a finales de los 90 y desde entonces ha abierto un camino que la madera tenía vetado: la edificación en altura.

Imagen 2. Contrachapado – Tricapa – CLT. Fuente y autores de fotografías: Bord Products, Fustes Esteba Wood Campus.

La idea del CLT como producto en sí no es nueva. El contrachapado y el tablero tricapa, dos habituales en ebanistería, funcionan según el mismo principio. Varias capas de madera, o chapa en caso del contrachapado, que se encolan entre sí de forma que las direcciones de las fibras de las capas adyacentes forman un ángulo de 90º. De este modo se consigue una gran estabilidad dimensional y una enorme capacidad de carga.

Sin embargo, lo especial del CLT es que hace posible por primera vez trabajar con paneles autoportantes de madera. Paneles con una dimensión suficiente para resolver estructuras completas de edificios.

Los orígenes

La idea del CLT surgió en los aserraderos centroeuropeos. Buscaban sin cesar un uso para los costeros, las tablas procedentes de la parte exterior del tronco. Los costeros se desperdiciaban porque por su tamaño y calidad no se podían emplear en la producción de madera laminada.

Fruto de este escenario surgieron varias tesis y proyectos de investigación en las universidades locales que buscaban un producto comercial a partir del reciclaje de los costeros. Dieron en el clavo. El CLT no solo le da una nueva vida a un recurso hasta hace poco desechado, sino que en su producción también se utilizan piezas de madera pequeñas y de menor calidad que en conjunto constituyen un panel de gran valor estructural.

Imagen 3. Costeros. Fuente: Plataforma Arquitectura y jordigiribets.com. Autor fotografía: José Tomás Franco – Jordi Giribets S.L.U.

En 1990, la Universidad de Graz, la segunda ciudad más grande de Austria después de Viena, comenzó a investigar intensivamente sobre el nuevo producto y sus características. En paralelo a la actividad universitaria, aparecieron una serie de industrias locales dedicadas íntegramente a la producción de panel contralaminado que, con el paso de los años, fueron aumentando su volumen de fabricación.

El desarrollo y los primeros edificios

En 1993 se dieron los primeros pasos en la construcción del CLT fruto de la sinergia entre la investigación y la industria local y en 1998, finalizaban las obras del primer edificio residencial en altura en Austria, la cuna del CLT. Ese mismo año, dos de los fabricantes pioneros en la fabricación de CLT conseguían sus homologaciones nacionales de producto: Merk en Alemania y KLH en Austria y Alemania.

Se necesitaron 10 años más de investigaciones para que los primeros fabricantes obtuviesen su propio DITE (Documento de Idoneidad Técnica Europeo). Las propiedades del CLT aún no estaban unificadas mediante una norma común europea.

Imagen 4. Residencia para periodistas. Olimpiadas de invierno. Turín 2006. Fuente: Conferencia “History and development of CLT using the example of KLH”. Wolfang Weirer. Autor fotografía: KLH.

Uno de los momentos más importantes en el desarrollo del CLT fue la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno de 2006 en Turín. Para alojar a los periodistas que cubrían el evento se construyó el primer edificio modular de 4 plantas íntegramente en panel contralaminado de madera.

No fue hasta 2015 cuando la primera norma europea que regula la producción de CLT vio la luz. La norma EN 16351 supone un paso importantísimo en el camino de unificar la producción de los paneles contralaminados, pero aún no recoge una estandarización de las propiedades mecánicas del producto para uso estructural. Los técnicos tendremos que esperar un poco más para disponer de un método de diseño uniforme.

Imagen 5. Producción de los productos encolados (KVH, MLE y CLT) a partir de un tablón de madera clasificada. Fuente: www.une.org. Autor imagen: www.une.org

Hasta que llegue ese momento, el procedimiento de cálculo del CLT se recoge en algunos anexos nacionales al Eurocódigo 5 (Proyecto de estructuras de madera) y en manuales resultado de las investigaciones científicas sobre el producto. Los más destacados son el manual del Prof. Dr. Gerhard Schickhofer de la Universidad de Graz de 2010 y el manual de Wallner-Novak editado por proHolz en 2014.

El boom de la edificación en altura

El primer edificio residencial en altura de Londres construido íntegramente con madera se finalizó en 2009. Se trata del edificio Stadthaus de Waugh Thistleton Architects. En 49 semanas se completó la obra del edificio de 9 plantas de altura. 23 semanas menos que si se hubiese construido en hormigón armado. Stadthaus supuso un punto de inflexión total en la difusión del uso del CLT.

Imagen 6. Stadthaus. Londres. Arquitectos: Waugh Thistleton Architects. Fuente: Plataforma Arquitectura. Autor imagen: Will Pryce.

En los últimos años, la expansión del CLT se ha disparado a causa de las políticas de mitigación de los efectos del cambio climático. Cada vez somos más respetuosos con el medio ambiente y lo reflejamos en la comida que consumimos, los coches que conducimos y los edificios que habitamos.

Desde la aparición del CLT en el mercado, la capacidad de producción de las fábricas ha crecido rápido, en torno a un 15-20% al año y se concentra en Alemania, Austria y Suiza. Estas cifras se redujeron ligeramente durante la crisis del sector europeo de la construcción de 2008-2009.

Imagen 7. Producción de CLT en el mundo y en región DACH. Fuente: www.holzkurier.com. Autor imagen: Holzkurier/timber-online.

En 2012, el volumen de producción mundial era de 500.000 m³/año. Equivale a 500 veces el volumen del primer edificio de CLT (Stadthaus, 24 Murray Grove, London). El 95% del total de la producción de ese año se ubicaba en Europa y el 65 % exclusivamente en Austria.

En este año 2020, las previsiones auguran que conseguiremos superar la frontera de los 2 millones de m³ de CLT debido a la cantidad de proyectos a gran escala que hay repartidos por todo el mundo, de los cuales, centroeuropa sigue produciendo significativamente más de la mitad del total.

Sin embargo, es muy probable que la distribución global de la producción de CLT cambie. La industria europea de la madera está fuertemente orientada a la exportación y cada vez más países se lanzan a fabricar por sí mismos. Escandinavia, Canadá, Japón, EEUU, Australia y Nueva Zelanda son algunas naciones que ya han impulsado la construcción de fábricas con especies maderables locales en lugar de utilizar madera centroeuropea de Picea abies.

El futuro

Según datos de Holzkurier, se espera que Escandinavia alcance tasas de crecimiento más elevadas que las centroeuropeas. Noruega, además de albergar el edificio de madera más alto del mundo hasta la fecha (Mjøstårnet), ha experimentado un aumento enorme de la demanda del CLT. Entre 2004 y 2018 la demanda de CLT en el país creció de 5 000 m³ a 70 000 m³ y los expertos auguran aumentos más significativos en el futuro.

En oriente, el futuro del CLT es diferente en cada país. Japón ve en el CLT un material muy interesante para construir en zonas sísmicas y una oportunidad para poner en valor sus montes, sus zonas rurales y su tradición forestal. De hecho, el panel contralaminado ya está recogido en su normativa estatal de construcción.

En cambio, en China aún no es muy conocido. China no es un país de tradición maderera pero disponen de bambú. Así que los expertos ven buena idea estudiar la viabilidad de un CLT mixto madera-bambú. Debido a la elevada densidad de población en las ciudades chinas, el desarrollo se enfocaría a la construcción de edificios de gran altura mediante de estructuras híbridas con acero, hormigón y CLT.

Al otro lado del mundo, en EE. UU., ya existen varias empresas que han empezado a producir CLT y tienen una norma nacional que regula su producción. Las líneas de investigación estadounidenses también están apostando por combinar especies de coníferas y frondosas locales en un mismo panel de CLT.

En España, desde hace varios años existen empresas dedicadas íntegramente a la fabricación de CLT con especies locales de madera. La experiencia nos dice que utilizar maderas locales es una decisión muy acertada. La gestión de los recursos forestales es más eficiente, ayuda al desarrollo económico sostenible y a la creación de nuevos empleos en el entorno próximo. Sin duda, el desarrollo del CLT en nuestro país deberá seguir este camino.

Imagen 8. Imagen 5. Previsiones de producción de CLT. Fuente: www.holzkurier.com. Autor imagen: Holzkurier/timber-online.

Referencias

  • Publicación: Cross laminated timber (CLT): overviey and development. R. Brandner et al., 2016.
  • Libro: Solid Wood: Case Studies in Mass Timber Architecture, Technology and Design. Joseph Mayo. 2015.

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María Sánchez

María Sánchez

María Sánchez Ontín es arquitecta freelance y especialista en estructuras de madera. Desde el estudio de arquitectura The Cambium Design diseña construcciones ambientalmente responsables y energéticamente eficientes. También ofrece servicios de consultoría en diseño y cálculo de estructuras de madera a otros técnicos y empresas que ven en este material la oportunidad para construir de una forma más consciente.

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