Las dos vidas del patio de la casa Hamilton. Parte 2.
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Vamos a ponernos rápidamente en situación. En el artículo de la semana pasada conocimos la historia de la casa Hamilton y de su imponente patio canario de madera. Al final del artículo nos enteramos de que en el año 1973 se derriba la vivienda para construir un alto edificio de viviendas y que alguien recupera y guarda todas las piezas del patio original.
Dejamos el relato en pausa con las piezas de madera guardadas a buen recaudo en alguna de las dependencias del Cabildo de Tenerife. En el artículo de hoy retomamos este relato para descubrir las sorpresas que nos tiene preparadas este tesoro histórico de madera. ¡Comenzamos!
El descubrimiento
Durante el derribo del edificio, un equipo formado por un arquitecto y un delineante realizan un levantamiento muy exhaustivo del patio. Sobre papel vegetal se dibuja a mano todos y cada uno de los detalles y piezas que forman parte del patio original.
Después del derribo, piezas y planos son almacenados por el Cabildo y quedan olvidados por todos excepto por el bedel del antiguo Hospital Civil de Santa Cruz de Tenerife, ahora Museo de la Naturaleza, quien cuidó y guardó celosamente el patio de los Hamilton durante 30 años.
A principios de los años 90, un antiguo trabajador de la familia Hamilton por entonces vinculado a la gestión pública, le revela a su hijo la existencia de este patio que está cogiendo polvo en uno de los almacenes del Cabildo. Su hijo es el arquitecto tinerfeño Fernando Menis.
Fernando Menis junto a Felipe Artengo y José María Rodríguez Pastrana (AMP Arquitectos) habían ganado años antes, en 1986, el primer premio en el concurso internacional de ideas para la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias en Tenerife. Cuando Fernando Menis supo por su padre de la existencia del patio, de acuerdo con su equipo y con el entonces presidente de Canarias, decidieron reutilizarlo dándole una nueva vida. Lo incorporaron en el proyecto que estaban desarrollando para albergar la sede de la Presidencia de las islas Canarias.
Permitidme un breve alto en el camino para agradecer la colaboración de Fernando Menis y su equipo. Fernando tuvo el detalle de atenderme telefónicamente durante la preparación del artículo y relatarme en primera persona la historia de la segunda vida del patio Hamilton.
Menis me contaba que recordaba el momento en el que vio por primera vez en el Cabildo aquellos planos en papel vegetal del patio original delineados de una forma espléndida. Cómo les envolvía el olor de madera de tea al ir abriendo las cajas que guardaron el patio por tantos años. Cómo confirmaron que las piezas de madera del patio original se conservaban increíblemente bien y estaban listas para disfrutar de una nueva vida. Esa llamada ha sido esencial para poder contaros hoy esta historia.
El proyecto
Artengo, Menis y Pastrana organizaron el programa del edificio de la sede de la Presidencia alrededor de la pieza reconstruida del patio original de la Casa Hamilton. Esta es la gran singularidad del proyecto. En su nuevo puesto, el patio continúa funcionando del mismo modo que en su ubicación original: aporta iluminación y ventilación a las estancias y ordena las comunicaciones en el edificio.
En Canarias, donde el clima es una delicia durante todo el año, el patio es una pieza esencial de la arquitectura isleña. En la sede de la Presidencia, el patio también es una pieza clave, y no solo por su valor cultural e histórico, sino también por su funcionalidad.
Es un espacio descubierto que aporta ventilación natural, luz y sombra a las estancias. Ahora allí se celebran recepciones, ceremonias y cócteles al aire libre. Incluso el acceso de protocolo se realiza utilizando el patio como entrada principal de los vehículos.
Al conocer el proyecto, uno de los temas que más intrigada me tenía era el cómo consiguieron adaptar el patio original, diseñado para otra época y otros usos, al programa tan complejo de un edificio público actual. Fernando Menis me lo resolvió rápidamente. No tuvieron que hacer ajustes en la configuración original del patio. Me dijo que, al fin y al cabo, “la arquitectura no cambia tanto de un tiempo a otro”.
El programa del edificio de la sede de la Presidencia se resuelve en tres plantas, las mismas que antiguamente tenía la casa Hamilton.
En la planta baja, los antiguos almacenes de carbón y las bodegas de los Hamilton acogen ahora las salas de prensa, la biblioteca y el salón de actos del nuevo edificio. Todos estos usos, pasados y presentes, requieren una altura elevada, así que no fue necesario ajustar las piezas del patio original.
En la entreplanta o planta primera, estaban las oficinas donde trabajaban los empleados de los Hamilton. Ahora trabajan allí los empleados públicos en labores administrativas.
La planta superior, antes ocupada por la antigua vivienda de los Hamilton, ahora está reservada a las dependencias privadas de la Presidencia. Todos ellos son usos con requisitos espaciales similares.
La elección de materiales no fue una decisión trivial en el proyecto. Todos los canarios debían sentirse representados en el edificio y los materiales materializan la identidad propia del pueblo canario. La madera del patio, uno de los materiales básicos en la arquitectura tradicional canaria, convive con el hormigón y la rugosa piedra basáltica negra de la fachada procedente del sur de la isla de Tenerife.
En los espacios más relevantes del interior se coloca piedra de diferentes colores y texturas traídas de distintos lugares del archipiélago: piedra roja de la Gomera, piedra de la Montaña de Tindaya en Fuerteventura…
La reconstrucción del patio de madera
Fernando Menis me contó que, antes de instalarlo en la obra, el patio se montó en una nave. Allí se comprobó si las ventanas de guillotina de la galería de planta alta seguían funcionando y se revisaron los antiguos balcones de madera de tea. Se repusieron algunas piezas que presentaban desperfectos y se dejó todo listo para montar en obra.
Estaban a punto de darle una nueva vida a esa madera de pino tea cortada unos 250-300 años atrás.
La restauración del patio la llevó a cabo Reconstrucciones Escobar, una pequeña empresa local de carpintería de la Orotava. La Villa de la Orotava, al norte de la isla de Tenerife, fue muy conocida durante decenios por el excelente trabajo de sus ebanistas y carpinteros y a día de hoy aún conserva grandes ejemplos de edificios históricos construidos en madera.
La mayoría de las piezas de madera del patio original son de tea. La madera de tea procede del duramen resinoso del Pinus canariensis o pino canario. Es una especie endémica que crece en las cumbres del archipiélago entre los 400 y los 2400 metros de altitud. Aunque habitualmente alcanzan una altura de 15-25 m, existen algunos ejemplares que pueden llegar a los 65 m de altura y 2,5 m de diámetro, convirtiéndole en el mayor de los pinos españoles. Fueron estos pinos de grandes dimensiones los que se utilizaron para levantar los edificios tradicionales canarios durante los primeros siglos tras la Conquista.
La madera de tea era muy apreciada por su aspecto y, sobre todo, por su gran durabilidad y estabilidad. Su elevado contenido en resina la hace más resistente frente a ataques bióticos que cualquier madera comercial de pino. De la madera de tea también se obtiene la pez, utilizada tradicionalmente para calafatear los barcos. Este uso fue el principal culpable de la desaparición de los grandes pinares de las islas.
En la actualidad el uso de la tea es muy testimonial. El aprovechamiento maderero de ha desaparecido porque la mayoría de los pinares que se conservan en el archipiélago han sido declarados espacios protegidos.
La suerte es que aún podemos disfrutar de esta madera tan especial en el patrimonio arquitectónico de las islas. Un ejemplo increíble es el patio de la casa Hamilton que ha llegado hasta nuestros días gracias al concienzudo y delicado trabajo del equipo de Artengo, Menis y Pastrana y a las manos de aquellos artesanos que lo reconstruyeron.
Una auténtica joya de la arquitectura vernácula de las islas Canarias que continuará desafiando el paso de los siglos.
2.Agradecimientos
Al equipo de Menis arquitectos, especialmente a Fernando Menis, por dedicarme un rato de su tiempo y descubrirme lo que se esconde detrás de bambalinas en un proyecto tan singular como este. A Simona Rota, por ponernos en contacto y por su amabilidad. Al historiador Agustín Guimerá, por su buena disposición y por facilitarme una parte de su libro sobre la Casa Hamilton y las imágenes que ilustran estos artículos. A todos, ¡gracias!
3.Referencias
- Sitio web: Fernando Menis Arquitectos.
http://menis.es/portfolio/presidencia-del-gobierno-de-las-i-canarias/
- (1) Artículo: CLIMENT, J., GIL, L. Y TUERO, M. (1996). Las regiones de procedencia de Pinus canariensis Chr. Sm. ex DC. ICONA, Madrid.
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/Pinus_canariensis_tcm30-139349.pdf
- Artículo: GONZÁLEZ DÍAZ, E. Y ALONSO LÓPEZ, J.M. (2018). La madera usada en los elementos de carpintería en la edificación tradicional canaria. Un ejemplo de aplicación práctica para su identificación. EGE Revista de Expresión Gráfica en la Edificación.
https://riunet.upv.es/handle/10251/142501
- Sitio web: Arquitectura Viva
https://arquitecturaviva.com/obras/gobierno-canario-santa-cruz-de-tenerife
- Revista AITIM. Boletín de información técnica nº 246.
https://infomadera.net/uploads/articulos/archivo_5181_23655.pdf
María Sánchez
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