Silla Thonet, un hito de la historia del diseño en madera

Hace 160 años, en 1859, que salió de la fábrica de un visionario del diseño como Michael Thonet,1 la primera silla Thonet nº14. Un modelo capaz de perdurar hasta nuestro días, que hoy se conoce popularmente como la silla Thonet, y cuya fabricación supuso un hito revolucionario en la historia del diseño industrial por su confort, sencillez y optimización de recursos, aunado a un diseño excelente.

La historia de la silla comienza en Michael Thonet, un alemán oriundo de Boppard am Rhein, 1796, y cuyos mimbres se habían labrado en el senos de una familia de maestros ebanistas. Este artesano hábil e inquieto creció y desarrollo su actividad bajo la inlfuencia de su padre Franz Anton Thonet hasta en 1819 se independizó y creó su propio taller profesional. Su determinación le hizo anelar la idea de conseguir la primera silla fabricada en serie, y pretendía venderla a un precio muy económico (tres florines, un poco menos que una botella de vino de la época).2

¿Pero cómo conseguir tal hito en la época que vivía?

Cabe recordar que hasta mediados del sigo XIX, la “fabricación” de mobiliario se realizaba de forma artesanal, pues la revolución industrial (o más concretamente la Primera Revolución Industrial) apenas había comenzado a expandirse. Por tanto los productos obtenidos era únicos ya que la fabricación en serie dependía de la mayor o menor habilidad de los artesanos, desde su concepción hasta su ejecución.

Este constructor de muebles, comenzó a experimentar en las diferentes técnicas de plegado, ensamblaje y de la madera del momento para la creación, desarrollo y producción de sus propios modelos. Aunque el trabajo de curvado de la madera era técnica muy común en la construcción naval3 desde épocas antiguas, así como en la fabricación de ruedas, no se implantó su uso hasta que Thonet las importó para su taller.. Estas investigaciones tuvieron pronto éxito, en 1836, con el modelo Bopparder Schichtholzstuhl o silla Boppard.

Estos avances son presentados en una exposición organizada por la Asociación de Arte de Koblenz, en 1841, lo que le valió para que el príncipe de Metternich se fijase en su trabajo y lo llevase a la corte vienesa, donde realizó numerosos encargos lo que supuso un gran avance profesional. Hasta tal punto que 1842 obtuvo una patente para su técnica del “doblado de cualquier tipo de madera, incluso las más frágiles, en las formas y curvas deseadas por medios químicos y mecánicos”.4

Proceso de Thonet 214.

El proceso técnico del plegado consistía en someter a listones de madera previamente cortadas en la dirección de las fibras a base de presión y vapor a temperaturas de más de 100ºC. El material se someta a bajas presiones gracias a un caldera durante 6 horas, y posteriormente sufre compresión, así el vapor de agua penetra en la madera hasta que ésta finalmente se satura. Esta combinación daba como resultado unas varillas de madera elásticas, dúctiles y resistentes que permitían gracias a la fuerza muscular y sujeciones metálicas se conformasen las curvaturas necesarias. Finalmente y tras enfriarse las piezas, se atornillaban para obtener el producto final.

Durante los diferentes ensayos con diferentes especies, llega a la conclusión que la elección más apropiada es el haya. Es tipo de especie posee unas características muy estables -densidad 690-750kg/m3, contracción medianamente nerviosa-nerviosa, fibras recta, además de admitir propiedades tecnológicas fácilmente-5 la hacen perfecta para el proceso de doblado ideado por Thonet. Pero no solo, reunía las características físicas y químicas adecuadas, es un especie abundante en la Europa Occidental, con la cual tendría un suministro de materia prima constante y cercano, ahorrándose los costes de transporte correspondientes ya que escogió la región de Koritschan en Moraviam, para ubicar sus primeras fábricas.

Aunque todo parece un historial de éxitos imparables, Thonet tuvo que hacer frente a la quiebra del taller de Alemania, lo que provocó que se asentase en Viena definitivamente. Allí fundó una nueva empresa, Gebrüder Thonet, junto a sus hijos en 1849, y tan solo un año más tarde comenzó a fabricar la silla nº1. Si bien la historia de éxitos de la silla n.º14 comenzó en 1841, no es hasta 1849 en que la señora Anna Daum, influyente dama de la alta sociedad vienesa, realizó un pedido de la silla Nº4 para su Café Daum.

Silla nº4, denominada Café Daum | Silla nº14, de 1859, conocida como las silla de las sillas.

Estas sillas eran más ligeras, económicas y resistentes, un modelo infinitamente más sencillo de limpiar que la clásica tapicería de los recargados modelos de la época lo que hizo que se incorporase a los restantes cafés de la capital austríaca. Modelo, que a la postre y tras 10 años de innovaciones da como resultado silla nº 14 -conocida como Kaffeehausstuhl Nr. 14.

La silla nº 14, supuso la culminación de largo y profundo de investigación y creación iniciado años atrás. La propia forma de nombrar a sus productos, no son, sino, el reflejo de las intenciones y criterios de carácter meramente industrial que profesaba e inculcaba Thonet a través de su filosofía. Una unión intrínseca e indivisible, entre diseño e industria, donde ambas tienen la misma importancia. La definición de este nuevo pensamiento supuso un enorme avance en la fabricación de muebles, integrada así en la lógica de la producción industrial, y que sirvió a los diseñadores industriales posteriores.

Silla nº14 | Silla nº14, desmontada.

El enorme éxito de la silla, consistía en el novedoso proceso de fabricación, lo que suponía el comienzo de la producción industrial en serie de una silla, un auténtico hito en la producción de mobiliario. La silla nº 14 se podía fabricar siguiendo un proceso dividido en fases y se desmontaba por completo en tan solo 6 piezas de madera, 4 puntillas, 2 tornillos y 2 tuercas. Posteriormente se eran empaquetada en una caja de un metro cúbico, lo que permitía que se pudiese enviar 36 sillas a la vez a cualquier parte del mundo, Europa, América del Norte y del Sur, Asia y África, montándose in situ sin necesidad de ningún artesano habilidoso.

Otro de los avances, fue la utilización de esterilla trenzada para sus asientos. La esterilla de fibra natural cosida sobre bastidor de la estructura aporta un aspecto cálido y liviano. Esta innovación ofrece no solo una importante disminución en su peso (característica importante para su manipulación y transporte) sin no que además sería una solución perfecta para reemplazar los tradicionales asientos tapizados el cual solía mancharse con facilidad, y su limpieza resultada muy costosa.

Silla nº14, embaladas para viaje.

La historia del mueble moderno iniciaba su curso.

Esta mentalidad revolucionaria para la época, donde este fabricante de muebles consiguió aunar tres aspectos, producción, fabricación y embalaje, que fueron fundamentales para el éxito y desarrollo de su empresa. Pronto la empresa se hizo famosa en todo el mundo y consiguió una rápida expansión, creándose fábricas6 donde se producían más de 865.000 sillas de madera curvada al año. Todo un hito para la época. Lo que le valió numerosos reconocimientos durante años, como en 1867 cuando ganó la medalla de oro de la Exposición Universal de París.

Décadas después, podemos afirmar que es uno de los mayores éxitos comerciales de la historia ya que se estima que entre 1860 y 1930 se comercializaron más de 50 millones de unidades, solo del modelo nº14.

La silla no era revolucionaria en su diseño, sino en la lógica intrínseca del producto, y eso fue la que la ha convertido en un icono. Las sillas de Thonet ocupan desde los espacios humildes de una casa o un cafetería, hasta los recintos más sofisticado como parlamentos, ayuntamientos, castillos o residencia reales.

Puso al servicio de la producción industrializada de muebles esta nueva tecnología lo que supuso un salto modelo pasando de la “artesanía a la industria”, un avance cualitativo y cuantitativo en proceso y lógicas industriales venideras. Fue extrapolada a otros materiales obteniendo similares resultados, como los modelos tubulares.7

Catálogos de Thonet.

Thonet fue y es símbolo fue admirado por los artistas de la secesión vienesa como Josef Hoffmann, Adolf Loos y Otto Wagner, pero también inspiró a los grandes maestros nórdicos (Aalto o Jacobsen), la escuela alemana de la Bauhaus y grandes diseñadores como Mart Stam o Mies van de Rohe del siglo XIX. Todos tienen en común, el germen visionario y experimental de Michael Thonet.

Hoy tras 160 años, debemos recordar nuevamente a este pionero8 constructor de muebles e industrial, alemán de nacimiento y vienés de “adopción”, que anticipó en más de 50 años las técnicas industriales de producción de mobiliario que hoy consideramos modernas y que podemos ver en muchas compañías de gran renombre… sencilla estética y un precio asequible.

«Nunca ha sido creado algo más elegante y mejor concebido, más preciso en su ejecución y más excelentemente funcional».

Le Corbusier

Notas:

1 http://es.thonet.de/ueber-uns/designer/michael-thonet.html

2 https://web.archive.org/web/20081113134340/

3 http://www.mgar.net/mar/tecnica.htm

4 http://historia-disenio-industrial.blogspot.com/2014/03/silla-thonet-no-14.html

5 VV.AA. Tectónica 11: Madera (I). ATC Ediciones. Madrid, 2000.

6 En 1889 la compañía Thonet llegó contabilidad siete fábricas, repartidas por República Checa (próxima a los frondosos bosques de hayas), Hungría y Rusia, en las que se producía el mobiliario Thonet del momentos, sillas, mesas, divanes, percheros, cunas y incluso su otra pieza más exitosa, la madre de todas las mecedoras, y que habíoa salido al mercado en 1860.

7 http://es.thonet.de/inspiraciones/caleidoscopio/producto/edicion-jubilar-s-533-f.html

8 Otras de las facetas, que incorporó Thonet, fueron sus catálogos publicitarios del mobiliario,

Bibliografía

– VV.AA. Tectónica 13: Madera (II). ATC Ediciones. Madrid, 2001

https://maderayconstruccion.com/tag/guia-de-supervivencia/

Nuestros tatarabuelos tenían su propio Ikea en el siglo XIX y esta es su silla mítica

https://volumen-mo.com/es/inicio/102096-silla-214.html

Editores del post: Maderayconstruccion

Si te gustó el post, estaría genial que la compartas en tus redes sociales.

A su vez, te animamos a seguirnos en las siguientes redes:

Twitter

Facebook

Instagram

Alberto Alonso

Alberto Alonso

Arquitecto autónomo y no colegiado (@AAlonsoOro), que compagina la labor de editor en veredes, arquitectura y divulgación (@veredes) con las tradicionales de arquitectura. Embajador y corresponsal de la Fundación Arquia. En 2019, lanza VAD. veredes, arquitectura y divulgación es una revista científica internacional de periodicidad semestral y formato digital y físico que pretende ser un canal de difusión de trabajos y reflexiones centrados en la cultura, la teoría y el proyecto de arquitectura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *